Fincas, haciendas, restaurantes, hoteles, recepciones sociales, en fin lugares sobran, pero entre tantas opciones puedes olvidarte de algunos aspectos a tomar en cuenta antes de la decisión final.
Lo primero que hay que considerar para elegir los lugares para celebrar bodas en Yucatán es dividir la ceremonia de la boda y la posterior fiesta en la recepción social con amigos y familiares.
Lugares para celebrar bodas civiles en Yucatán
Hoy en día es posible oficiarla por la Iglesia, por el Juzgado o en el Ayuntamiento, aunque existen variantes de las tres opciones enumeradas.
Si la boda es en el Ayuntamiento, los alcaldes o concejales tratan de oficiar las ceremonias con toda la vistosidad y alegría que la ocasión se merece, e incluso el entorno puede compararse en algunas casas consistoriales al de una iglesia. Los ayuntamientos suelen permitir la llegada en coches suntuosos, los adornos y los lógicos vítores.
Otra opción civil es celebrar la boda en el Juzgado, aunque lo de celebrar sólo sea una insinuación, ya que la ceremonia es tan fría y austera que en la mayoría de los casos se equipara a la lectura de una sentencia.
Lugares para celebrar bodas religiosas en Yucatán
La ceremonia religiosa se puede realizar en una iglesia, capilla o catedral según el gusto de los novios, ya sea por dotar a la ceremonia de mayor encanto, empaque o mero capricho. Es recomendable apartar el lugar con tiempo de sobra, por lo general existen lugares los cuales son muy solicitados, motivo por el cual la espera será larga, si no quieres esperar demasiado se aconseja casarse en un lugar no tan conocido, por ejemplo las pequeñas Iglesias, o capillas que son más acogedoras, más vistosas y más románticas. Además permiten mayor impacto en la decoración, que podrá ser global, y no centrarse necesariamente en determinados puntos en los casos de templos grandes.
Otra de las opciones para celebrar una boda en Tizimín es realizarla en una recepción social que cuente con un jardín amplío, mansión particular o en una carpa. Todo depende del presupuesto, y convencer a un sacerdote para que la oficie.